30.5.05

Las uñas de los gatos

Son causa de muchos disgustos para sus dueños. Hay mininos que apenas las usan, pero en aquellos que salen arañones son un auténtico fastidio: llenan la manos de sus amos de rasguños al jugar y se las afilan con las cortinas, alfombras o el mobiliario. Acostumbrarles desde pequeños a que se las cortemos puede ser una solución, pero no siempre funciona. En ocasiones produce el efecto contrario ya que se empeñan en afilárselas con mucho más ahínco. Extirpárselas está contraindicado, sobre todo en animales adultos puede ser una experiencia sumamente traumática. Lo mejor es facilitarles distintos tipos de rascadores hasta dar con uno de su agrado y trasladarle corriendo al rascador cada vez que se le vea afilándose dónde no debe. Si la ha tomado con algún mueble en concreto, pruebe a rociarlo con algún repelente (los olores cítricos y la naftalina son especialmente desagradables para ellos). Normalmente, con los años ganará en tranquilidad e irá remitiendo esta costumbre.

23.5.05

La alimentación de los cachorros de gato

El destete de los gatitos suele tener lugar entre la sexta y la octava semana de vida. Normalmente coincidiendo con la aparición de los dientes. A partir de este momento es frecuente que la madre comience a rechazarlos cuando intenten mamar. Los cachorros deben tener siempre a su disposición agua fresca y pienso seco especial para cachorros, humedecido en agua durante los primero días para hacerles más fácil el tránsito. Nunca les de leche de vaca, muchos gatitos tienen intolerancia a la lactosa y puede ser muy peligroso. Tampoco les de pienso para perro, aunque sea más barato, ya que los gatos necesitan un mayor aporte proteínico y la presencia de taurina, un aminoácido que evitará que tengan problemas de visión. Un gato se considera adulto a partir del año de edad, hasta entonces deben tomar pienso para cachorros.

16.5.05

Mucho ojo con las espigas

Se avecina un verano muy seco, toca por tanto revisar cuidadosamente a nuestro perro siempre que vuelva del paseo, para asegurarnos que no tiene clavada ninguna espiga. Por su forma de paraguas van adentrándose en el pelo llegando a clavarse en la carne y provocando dolorosos abscesos. En determinadas zonas, como oídos, narices u ojos son muy peligrosas. No dude en llevar al animal al veterinario si se siente incapaz de extraerla. Con las razas de orejas largas y caídas, sobre todo si no tienen el pelo corto, como los cockers o los golden retriever, hay que ser especialmente cuidadoso. Si ve que sacude o inclina mucho la cabeza, estornuda repetidamente o se intenta hurgar con la pata como si algo le molestara, llévele al veterinario. Aunque no vea una espiga es muy probable que tenga algún cuerpo extraño que le molesta.

9.5.05

Adiós mamá

Separar a los cachorros demasiado pronto de sus madres es un error frecuente que conduce en muchos casos a perros con problemas de comportamiento, como la hiperactividad, e incapaces de relacionarse bien con sus congéneres. El mínimo aconsejable es esperar a que tengan diez semanas de vida, aunque hay expertos en comportamiento canino que recomiendan esperar a las dieciséis semanas. Estar con una madre solícita nos asegurará que el cachorro tenga mejor temperamento y carácter. También en los gatos es recomendable esperar a que tengan al menos dos meses, tres si es posible. Este tipo de mininos serán más equilibrados, habrán aprendido de su mamá todas las rutinas higiénicas y medirán mejor la fuerza de sus mordiscos y arañazos al jugar.

2.5.05

Cuidado con los parásitos

Vienen los calores y por tanto es obligado extremar los cuidados para evitar el ataque de los parásitos. Garrapatas, mosquitos, pulgas... pueden transmitir a nuestro perro peligrosas enfermedades como la erliquia, la filaria o la leishmania. Comience ya mismo a emplear productos que eviten las picaduras de estos bichos. Si es necesario, combine varios: pipetas o sprays para garrapatas y pulgas y collar antimosquitos por ejemplo. Evite pasear en los sitios (cerca de aguas estancadas) y a las horas (amanecer y atardecer) en los que abunden los mosquitos y otros parásitos. Si su perro duerme al aire libre, hágase con alguna lámpara o arbusto que los repela. Y una vez pasada la época de calor, no olvide realizar una analítica completa para asegurarse de haber superado con éxito el verano.